El mundo de la moda es muy amplio y hoy día una de las tendencias que más está creciendo y siendo popular es la de slow fashion, la cual plantea algunos fundamentos que van en contra de la Fast Fashion, por lo cual, si estás interesando en seguir una moda más sostenible, sigue leyendo este artículo.
¿De dónde proviene este término?
El término de Slow Fashion nació en 2007 por parte de Kate Fletcher, una diseñadora de Londres que también destaca por ser profesora en sostenibilidad, siendo un concepto que es el opuesto del Fast Fashion.
Cuando inició este movimiento no tuvo un gran impacto en el mundo, sin embargo, no sería hasta el 2013 cuando un evento trágico daría a conocer un poco más sobre el coste de la moda industrial.
El 23 de abril de ese año ocurrió la tragedia Rana Plaza, una fábrica ubicada en Dhaka, Bangladesh, comenzaría a crujir, sin embargo, los empleados fueron devueltos a trabajar. Al otro día, la factoría se derrumbaría con todo el personal en su interior, resultando aproximadamente unos 1134 muertos y 2000 heridos.
Esto provocó que se conociera el precio que se paga por la industria de la moda en la actualidad, siendo esta además de una de más contaminantes del medioambiente, ubicándose en el segundo lugar.
Después de ocurrida la tragedia, son más las personas que prefieren comprar la ropa en comercios justos, las cuales son prendas originales, exclusivas y de gran calidad, en vez de las que se fabrican en cadena y con materiales que perjudican el entorno, aun cuando sus precios sea más accesibles.
Esta tendencia no solo busca concienciar en cuanto al impacto que tiene la industria de la moda a nivel medioambiental, sino también respecto a los recursos que cada vez se agotan más y de cómo afecta a la sociedad como pasó con la tragedia en Rana Plaza.
Todos los materiales que se usan son orgánicos y pueden reciclarse, por lo que se evita la contaminación en el entorno dado que son biodegradables, diferente a los materiales que se emplean en la Fast Fashion.
Otro concepto que debes conocer
Junto con el término de Slow Fashion y moda sostenible, existe otro término relacionado con el mundo de la moda que debes conocer.
Upcycling es un concepto que también se ha popularizado en los últimos años, debido a la relación que tiene con el Slow Fashion. Este término se utiliza para la descripción de técnicas que se encargan de transformar residuos para fabricar prendas de vestir.
Siendo una de las tendencias más aceptadas dado el impacto que tiene la fabricación de las prendas por medio de la Fast Fashion, afectando gravemente el medio ambiente.
Por medio de este concepto se pueden conocer las herramientas necesarias para que los hábitos de consumos cambien y sean más respetuosos con el entorno.
Tanto el Upcycling como el Slow Fashion son términos que abarcan “las tres R”: reducir la adquisición de artículos, reutilizar los antiguos y reciclarlos, gracias a los cual vas a tener prendas que disminuyan la cantidad de residuos generados al año, así como el consumo de agua y generación del CO2 que afecta la atmósfera y la salud de las personas.
Características de estos términos
Ya sea moda sostenible, Slow Fashion o Upcycling, ambos términos comparten las mis características que los convierten en la opción ideal si estás interesado tanto en vestir con el mejor estilo, así como de cuidar el medio ambiente.
1) Materiales ecológicos
Todas las prendas fabricadas bajo esta filosofía y tendencia emplean como materia prima diversos elementos que son respetuosos con el entorno y que también pueden reciclarse.
Esto quiere decir que no utilizan materias sintéticas o químicas, usando fibras, colorantes y tejidos naturales, evitando así la generación de residuos contaminantes.
2) Calidad
La moda sostenible, a diferencia de la industria, solo diseña prendas de vestir de gran durabilidad, por lo cual sus materiales y confección tienen una mayor calidad, logrando así una mayor resistencia al constante uso y al paso del tiempo.
Esto te permite tener una mayor rentabilidad la invertir en prendas de vestir, dado que evita tener que comprar de forma frecuente como ocurre con la Fast Fashion.
3) Producción local
Dado que se tiene como finalidad reducir el impacto en el medioambiente al fabricar prendas de vestir, se beneficia la producción local, pequeños empresarios y tiene un mayor respeto por los trabajadores, evitando a su vez que se reduzcan las emisiones de gases que contaminen la atmósfera.
4) Mejor gestión de basura
Aunque ya al fabricar prendas de vestir por medio de la moda sostenible se genera una menor cantidad de residuos, todos los se producen cuentan con una gestión más optimizada, eficiente y responsable, aprovechándolos nuevamente para la fabricación de prendas, y sin que estos generen efectos negativos sobre el medio ambiente.
5) Mayor coste
Algo característico de la moda sostenible es que sus precios son más elevados que las prendas de Fast Fashion, esto se debe a que los costes de producción son más altos con la finalidad de garantizar no solo un menor impacto en el entorno, sino también productos de una mayor calidad.
Sin embargo, al comprar prendas de vestir que sean más duraderas y resistentes, realizas una mejor inversión en comparación con la compra de prendas de la industria de la moda que no tienen la misma calidad al paso del tiempo y al constante uso.
6) Diseños únicos
Son muchas las opciones de diseños que ofrece la moda sostenible o Slow Fashion, además de la gran cantidad de diseñadores profesionales que se decantan por esta tendencia, esto te permite contar con ropa única que no vas a encontrar en cualquier lugar, logrando así vestir con tu propio estilo mientras proteges el medio ambiente.
La moda sostenible es una tendencia que busca cuidar el entorno donde se vive, así como proteger a los empleados que trabajen en fábricas textiles, por medio del uso de materiales orgánicos y reciclables, que puedan gestionarse mejor al desecharse y que no generen emisiones contaminantes durante su fabricación.