Desde hace unos años el mundo de la moda se ha visto de alguna manera revolucionado, gracias a un sinfín de iniciativas y reivindicaciones que apuntan a una industria de la moda cada vez más sostenible.
El detalle es si a estas alturas los consumidores e incluso las mismas marcas están plenamente conscientes de lo que significa sostenibilidad y es que el problema, es que no son pocos los que utilizan el término como una estrategia más de marketing y terminan confundiendo al consumidor final.
Esta es la razón por la que el consumidor y también el fabricante deben estar conscientes de lo que están comprando y para ello, es de vital importancia conocer los distintos certificados que existen y que significa cada uno.
Los certificados son la garantía de sostenibilidad de la prenda de vestir
Hay que comenzar por la materia prima, saber muy bien los aspectos ecológicos y medioambientales en el proceso de fabricación y hasta donde se extiende la Responsabilidad Social Empresarial.
Esto nos puede decir mucho respecto a si la certificación de sostenibilidad solo abarca a la prenda como tal o si por el contrario profundiza otros aspectos que también son importantes.
Si hablamos de las certificaciones que se destacan en materia de ropa ecológica, la primera que hay que mencionar es GOTS (Global Organic Textile Standard) debido a su posición como líder a nivel mundial, gracias a que realmente garantiza que cada prenda ha sido obtenida sin el uso de pesticidas, a partir de fibras orgánicas como la lana, sin presencia de químicos dañinos o tintes y que en el proceso de fabricación no han intervenido niños.
Como vemos, es un certificado que da cuenta de que medio ambiente y personas han sido respetados y cuidados en el proceso de producción de la ropa.
Por supuesto que para el fabricante no es sencillo obtener la certificación GOTS, ya que necesariamente se debe demostrar la trazabilidad de la prenda que comprende la recolección de las materias primas hasta el proceso de distribución.
También es necesario que se certifique que al menos el 95% de las fibras son orgánicas y que en toda fase de la cadena de producción, hubo el debido compromiso social.
Una vez que estas empresas y fabricantes han sido certificados, anualmente deben someterse a un proceso de inspección que asegure que los estándares de la certificación se siguen cumpliendo.
Textile Exchange es otra de los certificados destacados, ya que una de sus grandes contribuciones ha sido el impulso al crecimiento del mercado del algodón orgánico y con ello mejores y más sostenibles prácticas que se implementen a lo largo del proceso de producción, a la vez que se mejore a los productores de algodón la calidad de vida.
Tienen el propósito de ayudar a que las decisiones que se tomen sean las correctas para que el impacto ambiental sea cada vez menor.
Otro certificado que ofrece su apoyo el uso de materiales libres de sustancias que perjudican salud y medio ambiente, es Made in Green by Oeko- Tex, que además certifica que las prendas de ropa han sido fabricadas por medio de procesos 100% amigables con el medio ambiente, así como las condiciones laborales han sido responsables socialmente y seguras.
La certificación Blue Sign apunta hacia la producción textil que no incluye sustancias perjudiciales desde la raíz del proceso de fabricación, para lo que dispone de los debidos controles que permiten hacer el seguimiento a la producción y constatar que efectivamente son respetuosos de la seguridad laboral y del medio ambiente.
Otros estándares
Para certificar los productos textiles básicos, intermedios y finales siguiendo cada una de las etapas del proceso textil, está Oeko- Tex Standard 100, entre tanto tenemos a STeP by Oeko- Tex cuyo foco está en los procesos de producción que respetan las condiciones óptimas y seguridad laboral y que son respetuosos con el ambiente.
La Unión Europea cuenta con su etiqueta propia, Ecolabel, la cual apoya y reconoce los productos que han sido obtenidos con un mínimo impacto en el ambiente. Con respecto a los productos obtenidos a partir de materiales reciclados, la certificación Global Ricycle Standard es la específica para estos casos.
¿Cómo sabes si la prenda de vestir que compras en realmente ecológica?
Hasta ahora hemos visto cuales son las certificaciones que te permiten estar confiado de que estas consumiendo productos que si son ecológicos. Entonces para saber si lo que compras ha sido amigable con el medio ambiente y con las personas que intervinieron en la producción, solo tienes que observar la etiqueta.
La etiqueta te debe indicar con que materiales ha sido procesada la prenda y también da cuenta de si está certificada como ecológica u orgánica. También es importante conocer cuáles son las telas que no son dañinas para la salud humana y tampoco tienen un impacto en el medio ambiente.
Estas son:
- Seda, ya que es una tela orgánica hecha por los llamados gusanos de seda, en este caso para que no pierda su carácter ecológico hay que prestar atención a que el proceso de teñido sea natural.
- Algodón orgánico que se obtiene de campos donde no se utilizan químicos ni pesticidas en los cultivos.
- Bambú, porque no necesita de químicos o pesticidas y crece muy rápido.
- Soya, su uso cada vez es mayor debido a que se extrae rápido y con facilidad.
- Poliéster, en el caso de la que se obtiene a partir de botellas de plástico recicladas.
- Cáñamo ya que tiene unas características muy llamativas: duradera y estable.
- Yute, es la preferida de muchos gracias a su característica de biodegradable.
- Alpaca, esta tela de textura sedosa y con un brillo muy natural es atractiva para la fabricación de prendas ecológicas, debido a que no requiere de muchos procesos para obtener el producto final y es muy duradera.
- Cashmere ecológica 100% y además elegante, esta es una tela que proviene del peinado del pelo de la cabra.
- Piña, a partir de esta fruta se obtienen telas que previenen las reacciones alérgicas mientras cuidan la piel.
- Lyocell, genera un material reciclable y además biodegradable que se obtiene a partir de la pulpa de madera.
- Lino, la planta crece muy rápido y por lo tanto no precisa de pesticidas que perjudican al medio ambiente.
Estos materiales suelen ser muy resistentes a las plagas y también a los rayos ultravioleta, lo que evita la aplicación de productos químicos en ellos.